El nuevo esquema de segmentación tarifaria podría ser el impulso que el sector renovable busca para aumentar las instalaciones y el consumo de energía verde en Argentina.
La quita de subsidios a la luz y el gas, y su consecuente aumento, impulsaría al mercado de generación distribuida en nuestro país. El objetivo de contar con «tarifas razonables y justas» que se propuso desde el Gobierno y tiene como fin ordenarlas en base a aspectos socio-económicos de cada hogar, trajo consigo un nuevo valor para el sector energético, tanto el tradicional como el de las energías renovables. Y la energía solar no es la excepción.
La segmentación de tarifas permitiría reducir el retorno de inversión de los equipos en algunos sectores del país, considerando que sería más barata la auto-generación con renovables para los sectores económicos de más altos ingresos, es decir, aquellos que pagarían la tarifa plena de luz y gas.
Marcelo Álvarez, coordinador del Comité de Energía Solar Fotovoltaica de la Cámara Argentina de Energías Renovables (CADER), explica que «hoy en día, la inequidad que hay con el payback económico de la inversión inicial se ve en que, por ejemplo, en el área de cooperativas del sur de Córdoba, la amortización de un sistema residencial o comercial se amortiza entre 6 y 7 años. Mientras que en el AMBA, ese mismo sistema, lo hace en más de 20 años, porque la tarifa eléctrica costaba la tercera parte”. También destaca lo sucedido fuera del país, en lugares la pendiente de crecimiento comenzó a acelerarse a partir del cuarto o quinto año de implementación de la generación distribuida.
¿De dónde provendría el ahorro?
Retirando subsidios a los sectores de altos ingresos, el retorno de inversión del AMBA disminuiría a 6-8 años, provocando un mayor incentivo para la generación distribuida. De todas formas, una pregunta que cabe hacerse es cuánto vale la energía y si los bajos costos cubren la generación y distribución a nivel nacional; primero debe conocerse en costo final del kWh con y sin subsidios y los financiamientos que podrían darse para adoptar sistemas solares que justifiquen el ahorro económico.
El kWh en Argentina tiene un precio promedio de USD0.07, lo cual no alcanza a cubrir el valor de la materia prima para su producción. La generación distribuida podría transformarse en la solución al desequilibrio económico que sufre el sector energético argentino y al constante problema de la segmentación de tarifas.
Tipos de sistemas fotovoltaicos
En cuanto a los sistemas, existen de tres tipos: On Grid, Off Grid e Híbridos. El sistema On Grid cuenta con una conexión a la red pública de electricidad; durante las horas de luz, el usuario consume la energía producida por el sistema y en la noche toma energía de la red local. El Off Grid o autónomo es perfecto para zonas donde no exista una conexión a la red eléctrica pública. Permite la conexión de baterías que almacenan la energía necesaria para cubrir los consumos eléctricos durante la noche. Por últimos, los híbridos permiten el uso de la red eléctrica convencional y el uso de baterías. Aportan energía a los consumos conectados a la red del hogar y permiten la conexión de equipos desconectados de la red para que puedan seguir funcionando durante los cortes de luz.