8M: ¿qué lugar ocupan las mujeres en el sector energético?

En el Día Internacional de la Mujer les traemos un informe sobre Género y Energía en Argentina realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Asociación de Mujeres en Energía Sustentable (AMES).

El documento llamado «Género y Energía en Argentina: la participación de las mujeres en el sector de generación eléctrica» data del 2022 y se trata del primer informe que detalla la participación de las mujeres en esta área. Entre las principales conclusiones, se desprende que una de cada diez personas a cargo de tomar decisiones en empresas de generación eléctrica son mujeres.

Entre estas páginas se presentan las principales barreras que deben superar las mujeres para acceder al mercado de trabajo en infraestructura, los beneficios de cerrar esas brechas y las oportunidades del sector energético en la transición hacia fuentes de energía renovables.

¿Cuáles son los puntos clave del informe?

  • Las mujeres tienen mayor participación en pequeñas y medianas empresas.
  • También aumentan su participación en empresas de fuentes renovables no convencionales de generación eléctrica (eólica, solar), en comparación con aquellas tradicionales como la térmica y la hidroeléctrica.
  • Las mujeres ocupan menos puestos con formación técnica. Según el informe, esto se debe a que las normas sociales y estereotipos de género afectan negativamente a la formación académica de las mujeres.
  • La mayoría de las empresas encuestadas afirman contar con un plan de acción para la gestión de igualdad de oportunidades, y sólo un 1/3 de aquellas que dicen no contar con este mecanismo identificó una problemática de desigualdad y discriminación entre varones y mujeres.
  • A medida que aumenta el tamaño de la empresa, se reduce la participación de las mujeres en la toma de decisiones. De un estudio realizado sobre micro, pequeñas y medianas empresas, se estableció que en prácticamente la mitad de las empresas no hay mujeres en espacios de toma de decisiones, en el 20% participan como minoría y en el 30% de los casos tienen una participación mayoritaria o paritaria. El porcentaje de empresas con participación par o mayoritaria de mujeres es mayor en servicios personales, comercio y turismo y menor en los sectores de la energía y la construcción.
  • Un dato relevante es que la participación de las mujeres en el sector energía es mayor en aquellas empresas de fuentes renovables como la solar y la eólica. Alrededor del 30% de los empleados de centrales eólicas son mujeres, un 21,6% ocupan la plantilla de centrales solares y un 16,7% la del área hidroeléctrica. El cupo femenino en sectores tradicionales disminuye, por ejemplo, a un 9,9% en centrales térmicas (datos del 2019).
  • La especificidad: en empresas de energía renovable, el 30% de las mujeres ocupan puestos STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), en contraposición con un 76% de los varones. Siguiendo la misma lógica del punto anterior, en empresas generadoras de energía no renovable el 24% de las mujeres ocupan puestos STEM contra un 51% de los varones. En conclusión, la participación de mujeres en el sector energía es mayor en puestos no STEM o que no requieran formación universitaria. De hecho, según un trabajo analizado por este informe en 2020, cerca del 60% de los estudiantes universitarios argentinos son mujeres, pero solo un 25% se dedica a carreras de Ingeniería y Ciencias Aplicadas.

Principales barreras que deben enfrentar las mujeres en el sector energía

  • Uno de los primeros obstáculos que deben superar las mujeres para incorporarse a la fuerza productiva son las normas sociales, la adecuación a los roles de género y su contribución desproporcionada en cuanto a responsabilidades de cuidado no remunerado y tareas del hogar. En Argentina en 2013, las mujeres mayores de 15 años dedicaban 37,6 horas semanales al trabajo no remunerado, en contraste con las 14,9 horas dedicadas por los varones al mismo propósito.
  • Brecha salarial: Por cada $100 ganados en promedio por un varón, una mujer ganaba $79 (INDEC 2021). La diferencia se agrava cuando se trata de mujeres con menores niveles de calificación.
  • Segregación horizontal: implica que las mujeres se desarrollan en actividades consideradas feminizadas, que suelen ofrecer salarios más bajos y hay una mayor tasa de informalidad. Es un proceso que se vincula a la elección de las áreas de estudio, donde los varones suelen elegir áreas STEM, manufactura y construcción y las mujeres se orientan al área de salud, educación, humanidades y arte. El sector energético, explica el documento, es considerado una actividad productiva donde se requiere de mayor  fuerza física, o incluso un espacio «sucio» o peligroso, y por tanto, inadecuado para las mujeres.
  • El porcentaje de mujeres trabajando en construcción, manufactura y actividades primarias es extremadamente menor que el de varones, que ocupan el 97,4%, 71,1% y el 80,6% respectivamente (datos del 2021). Específicamente, en la actividad energética (electricidad, gas y agua), la participación de varones es de 73,5% y la de las mujeres es de 26,5%.

Las recomendaciones del informe

  • Considerar las barreras estructurales, asociadas a las normas y convenciones sociales y estereotipos de género y avanzar en políticas que permitan un terreno de juego equilibrado.
  • Implementar acciones para apoyar a las mujeres (cerrar las brechas salariales, contar con procesos de selección que no se limiten a búsquedas masculinas, adaptar los espacios de trabajo para las necesidades de ambos géneros).
  • Incrementar la participación de las mujeres en áreas STEM con políticas a corto plazo (considerar su participación e inclusión en los procesos de búsqueda laboral) y a largo plazo (impulsar políticas de acercamiento hacia las áreas educativas STEM).
  • Parte del informe incluye una encuesta realizada a trabajaores y trabajadoras del sector energético que están de acuerdo en implementar políticas para fomentar entrenamientos y especialización en liderazgo de mujeres, programas de mentorías, horarios flexibles, etc.

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