La energía solar fotovoltaica es la energía que se obtiene cuando la luz solar se convierte en electricidad. Se crea empleando una tecnología basada en el efecto fotoeléctrico y es renovable, proviene de una fuente inagotable y lo más importante, no es contaminante. Puede producirse en instalaciones pequeñas, para el autoconsumo, e incluso en grandes plantas fotovoltaicas.

El efecto fotoeléctrico

Es un efecto por el cual determinados materiales son capaces de absorber fotones (que son partículas lumínicas) y liberar electrones, generando una corriente eléctrica. Para lograr este proceso, se utiliza un dispositivo semiconductor llamado celda o célula fotovoltaica. Esta celda puede ser de silicio monocristalino, policristalino o amorfo, o incluso de otros materiales semiconductores de capa fina.

Las celdas de silicio monocristalino alcanzan una máxima eficiencia en su labor, entre un 18% y un 20% de media. Las de silicio policristaliino son más baratas y poseen una eficiencia media de entre el 16% y el 17,5%, mientras que las de silicio amorfo tienen una menor eficiencia, de entre un 8% y un 9% (lo que las vuelve más baratas que las otras dos).

Ventajas de la energía solar

Es un tipo de energía 100 % renovable, inagotable y no contaminante: no consume combustibles ni genera residuos, por lo que contribuye al desarrollo sostenible.
Es modular: se pueden construir desde enormes parques solares en suelo hasta pequeños paneles para tejados.
Permite la instalación de baterías para almacenar la electricidad sobrante y darle uso posterior.
Es un sistema particularmente adecuado para zonas rurales o aisladas donde el tendido eléctrico no llega o es dificultosa o costosa su instalación, o para zonas geográficas cuya climatología permite muchas horas de sol al año.
Contribuye a la creación de empleos verdes y al impulso de la economía local con proyectos de vanguardia.

Plantas fotovoltaicas

Si pensamos en instalaciones fotovoltaicas, podemos considerar aquellas más pequeñas, como los paneles que se instalan en comercios o domicilios particulares y abastecen a una propiedad. Pero en los últimos años notamos un auge en la instalación y puesta en marcha de parques solares que generan grandes cantidades de energía limpia y más barata.

Existen dos tipos de parques o plantas fotovoltaicas, aquellos que están conectadas a la red y los que no. Ambos se componen de dos elementos básicos:

Paneles fotovoltaicos: grupos de celdas fotovoltaicas que captan la radiación solar y transforman la luz (fotones) en energía eléctrica (electrones)
Inversores: convierten la corriente continua producida por los paneles en corriente alterna, apta para el consumo electrico

Por otra parte, las instalaciones que no están conectadas a la red operan en isla. Se suelen situar en lugares alejados de la red eléctrica local, generalmente en explotaciones agricolas que no pueden satisfacer su demanda de iluminacion o sus sistemas eléctricos. En estos casos, se requieren dos elemenos más para funcionar:

Baterías: almacenan la energía producida por los paneles que no es demandada inmediatamente, para usarse cuando sea necesario
Reguladores: protegen la batería contra sobrecargas y previenen el uso ineficiente de la misma

Por otra parte, las plantas fotovoltaicas que están conectadas a la red pueden ser centrales fotovoltaicas o generadoras con autonsumo. Las primeras vierten toda la energía producida a la red eléctrica. Las segundas generan electricidad que es consumida por el propio productor y lo que no se utiliza se vuelca en la red local.

En Dynamic Energy somos expertos en Instalaciones Fotovoltaicas. Realizamos el Proyecto, Obra e Instalación de nuevos parques solares o sistemas domiciliarios y el mantenimiento de los mismos. En este video podés ver como funciona una Termografía Aérea de un parque solar.