Frente a la llegada del verano, con temperaturas cada vez más extremas, una alta demanda y un sistema casi saturado, el riesgo de sufrir reiterados cortes de luz es cada vez mayor.
El fin de semana largo se supo que el Gobierno busca sancionar a Edenor y Edesur por los cortes en el servicio eléctrico que afectaron a aproximadamente 570.000 usuarios en una semana de altas temperaturas. Las distribuidoras de energía (si bien aclararon que estos cortes no se debieron al calor sino a la tormenta del viernes que provocó caídas de árboles y postes) hoy se encuentran frente al desafío de un verano que promete una alta demanda de energía.
Un informe de Edesur titulado «Actualización informe climatológico con tendencia para el verano 2022/23» indica que en los meses por venir habrá temperaturas por sobre la media histórica, menor cantidad de lluvias y mayor número de olas de calor (en cantidad y duración). Ante un nuevo verano y la posibilidad siempre presente de cortes de energía eléctrica, el Gobierno busca dictar una norma para mejorar la remuneración de las centrales térmicas e hidroeléctricas consideradas antiguas, ya amortizadas y sin contrato vigente con el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), pero que aportan más del 60% de la energía a la red.
El dinero invertido mediante esta norma (aproximadamente $110.000 millones más de lo previsto para el sector en 2023) se utilizaría en ejecutar inversiones en el mantenimiento de las unidades, para evitar cortes y problemas en momentos de mayor requerimiento de energía por parte del sistema.
Las plantas en cuestión pertenecen a Central Puerto, Pampa Energía, ENEL, AES, Albanesi e YPF Luz y cuentan con remuneraciones en pesos desde marzo 2020, acumulando solo un 43% de aumentos en lo que va del año, por debajo de los índices de inflación. Con la nueva medida, la actualización alcanzaría cerca del 85% anual. Los precios desactualizados generan una falta de inversión y mejoras en el sistema eléctrico, que se encuentra cada vez más exigido por el aumento en la demanda de energía en todo el país.
Uno de los grandes problemas hoy por hoy es el casi nulo aporte de las centrales nucleares, que significan aproximadamente el 9% de la generación eléctrica del país. De 3 centrales nucleares que hay en Argentina, solo se encuentra operando al 50% Atucha I, sumando 180MW. Embalse podría volver a funcionar en los próximos días y Atucha II tiene previsto no operar por aún más tiempo.
Mientras tanto, durante la semana anterior, se quemaron en las plantas unos 22.000 metros cúbicos diarios de gasoil y se importaron 1500 MW desde Brasil, con lo cual deberá importarse más cantidad del combustible en enero para destinarlo al parque térmico nacional. Este refuerzo no estaba previsto en ninguna compra, ya que diciembre comenzó con un alto stock, pero el no funcionamiento de las centrales nucleares sumado a la ola de calor que afrontó el país hace unos días, causó un mayor requerimiento del combustible. El martes 6/12, por ejemplo, se registró un pico de demanda eléctrica que trepó a los 28.258MW, llevándola a aproximadamente 5.000MW más que la semana anterior.
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